El consumo interno debe aumentar. Este es uno de los pasos que se deben dar para salir de la crisis. Con esta medida el consumidor se verá beneficiado, en tanto en cuanto, tendrá un mayor número de horas para poder comprar. ¿A nadie le ha pasado, por ejemplo, salir del trabajo y ya no poder ir a recoger el automóvil del taller? ¿o no poder comprar el bote de tomate frito para hacer la cena? ¿o que sea domingo, sea el día idóneo para poder ir con tu pareja para comprar los muebles de la casa, pero ninguna tienda de muebles esté abierta?
Ahora, sí podrá. El comercio, si le interesa, podrá ofrecerle sus productos durante más horas. Esto es lo más importante, el poder de elección que tendrá el comercio. No se le obliga a abrir más horas, simplemente se le da la oportunidad de si en relación a sus costes-ingresos pueda tener el establecimiento abierto más tiempo.
Un tipo de consumidor que también se beneficiará será el consumidor nocturno. Entendiéndose a aquellos trabajadores en turno nocturno. Podrán ir comprar artículos como si de un trabajador diurno se tratara. Otro consumidor serán los jóvenes de fin de semana quienes podrán comprar en establecimientos de alimentación a la salida de la fiesta nocturna.
Con esta medida el comportamiento del consumidor cambiará. Que nadie espere que sea un cambio tan radical como hace años supuso la irrupción de los grandes Centros Comerciales, pero sí hará aumentar el consumo.
Además esta medida ira acompañada de la agilización del trámite de concesión urbanística para la apertura de nuevos comercios que hasta ahora tardaba hasta dos años. Con estas dos medidas se intenta incentivar el consumo, ayudar a los emprendedores y al pequeño y mediano comercio, tan vapuleado en los últimos años.
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